03 mayo 2008

Universo de cristales brillantes...

Déjame entender algo, lo que sea, como sea, no lo sé. Siento en mi cabeza y en mi corazón una conformación de emociones que parecen nebulosas o Supernovas en el espacio, universo, fondo negro con cristales que brillan, estrellas, cometas, planetas, sonrisas. El universo parece infinito, pero todo tiene finitud ¿o es que quizá en todo este tiempo me he vuelto más pragmática? Sola, simplemente como un cubo de hielo en el agua, cubo de hielo sin ojos, sin boca, sin nariz, sin rostro. Dos años sola, casi, pero dos años o más en mi ser. Que no me importan, que no me influyen en el sentido del dolor, dolor no existente, años que me ayudaron y me ayudan a crecer como persona, como ser humano... Yo no puedo decirles, queridos míos, lo que me pasa dentro al sentir sus voces... no puedo porque no sé. Nebulosas que me envuelven, nebulosas tan brillantes que enceguezco, queridos míos, caballeros dulces. Quién sabe que pasa por mí porque yo no lo sé, y no sé si quiero saberlo aún. Quiero saber el sentido de las cosas, soy una muchacha de la fortuna entre dos emperadores que me miran fijos, mudos, distantes, pero tan cercanos y sin decir palabra, sin ser capaces de hablar... pero sus miradas, sus miradas desde ese trono de madera con el fondo de montañas me hace dudar... ¡Oh fortuna! déjame o aléjame del ayer de soledad y dame flores para llevar en el pelo, cual princesa, cual emperatriz, cual sacerdotisa de la tierra. Déjame saber... al parecer sí quiero entender, cuál es el camino, cuál es la verdad que este corazón alberga. Quizá no es nada, y el camino de piedra me depara bosques nativos y lejanos más allá del horizonte, o quizá el momento ha llegado, y los emperadores esperan, tal como yo espero. Nadie sabe quién espera a quién, quizá ya no espero a nadie y me hundo cual ofelia en el lago lleno de flores y hierbas de romero. O quizá ellos no me esperan a mí, esperan a otra doncella, a otras luces, a otras estrellas que tomar de otros cabellos. Quizá soy un cristal roto, que se enceguece al ver cosas que confundo. "No eres tú pequeña, son otras luces"... Déjame entender...

Me hundo en el mar, me hundo en la arena, me hundo en el universo lleno de cristales que me rompen la piel, y mi sangre brota cual cascada... de color púrpura, de color real, de color existencial. Mis cabellos se confunden con el viento, mi alma deambula por entre los ríos, mi cuerpo no se rompe, no se destroza... Vive, respira, late al son del corazón más puro... Déjame entenderme...

Sol

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