08 mayo 2008

Para no autoconvencerme

Y siento esto que siento, y que no quiero seguir sintiendo para no autoconvencerme de que tú también sientes esto. Porque siento que no lo sientes, y que si lo sientes lo reniegas ¿Por qué dejas de mirarme? ¿Por qué corres la vista de mis ojos y miras al suelo? Aquí estoy, esperándote, esperando cualquier palabra tuya para entregarme a tus brazos, pero tu silencio reina todo rincón de esta fría sala, de este frío lugar, de este petrificado corazón. ¿Por qué no me hablas? ¿Por qué no me miras cuando nos quedamos solos mientras el humo de nuestras almas nos cubre por completo? Fúndete conmigo en este éxtasis de silencio, en esta dulzura plena que se mete por nuestras venas. Dejo mi alma a tus pies, dejo mis penas, mis alegrías, mis delirios a tus pies. Dejo mi cuerpo quebrantado a tus pies y espero. No quiero esperar. Es como si las espinas se metieran lentamente por cada poro de mi piel y me obligaran a sentir esto, dolor y placer fundidos en la espera. Toma mi mano, toma mi mano y alza mi cuerpo hasta el infinito, que quiero sentir tus labios en mi cuello mientras las melodías corrompen nuestro cuerpo. No me dejes, no me dejes de mirar, no me dejes de mirar que la oscuridad me aprisiona. Me aprisiona como si tus manos quisieran borrar todo vestigio de mi existencia. No, no, no es así. La oscuridad no te corrompe, solo el silencio te ahoga, solo la indiferencia a este sentimiento que me envenena te hace voltear el rostro y fundirte con otras almas. Yo no estoy para ti, yo no soy para ti, yo no estoy, no soy, no voy, no soy, no nada más que una silueta oscura en el fondo blanco de una pared solitaria. Yo quiero ser, quiero entregar estos sentimientos nacientes, pequeños pero que se hacen grandes, quiero entregarte un pedazo de este corazón sangrante, quiero darte un poco de la miel de mis labios, quiero regalarte granitos de mi alma. ¿Dónde estás? ¿Por qué no puedo verte? ¿O es acaso que no estas y yo siento el aroma de tu cuerpo donde quiera que vaya? Basta, aléjate de mi cabeza que confundes los cables de mis pensamientos, basta, no, basta, ven, basta, te, basta, no, basta qui, qui, quie, quier, quiero, quierono, basta, no quiero más tenerte enredado en los cables de mi cabeza, en los tejidos de mi cuerpo, en los recovecos de mi alma. Basta, si estás, basta, dime que estás, basta. Si me quieres un poco, dime que me quieres, dime que existo aunque sea en un rincón del silencio. Dime que respiro, que soy parte de tus pensamientos, dime que… que puedo existir en ti.

No hay comentarios.: