15 enero 2006

Grandeza



Quizá, un quizá no valga, o tal vez el quizá quede atiborrado en las bocas de los hambrientos. Hambrientos solitarios que caminan sin voz ni nada, una nada que los quema lentamente hasta dejarlos como pintura de las calles de los mendigos.

Uno podría tal vez, dejar todas esas pretensiones tontas, todos esos sueños de grandeza, para ser uno más del montón. Pero seríamos carne en la boca de un vegetariano, muerte en el vientre de la vida, odio en el amor más profundo. Crecer, eso dicen nuestras almas que luchan dentro de este material podrido. Crecer, aprender, llorar a los muertos que viven en la locura de nuestros ojos. Ojos, ojos y más ojos, que no ven sólo lo terreno sino que indagan más allá, a donde nada es oculto, a donde todo puede ser. Lugar de no pretensiones vanas sino, lugar de pretensiones sinceras. La Grandeza no sólo es material, o quizá el sólo está demás. La Grandeza no se mide materialmente sino que se mide espitirualmente. En nuestros sueños, en nuestras pasiones. Pasiones imperecederas que trascienden hasta el infinito de los tiempos, tiempos sin término, tiempos quiméricos.

Tiempos de Grandeza.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

wenas sole

ojala la pases bien en tus vacaciones ,en brazil y en todas partes
mandale saludos a wayayo y al gnomo de mi parte

cuidece

Anónimo dijo...

Ya, te posteo, para ser doble mala amiga no más...

Pero es que cada vez que leo tus entradas jamás sé que poner porque me quedo en blanco ._.

¿Sabías que te quiero mucho?
¿Y que cualquier cosa que necesites estaré ahí?

Así que no me desaparezco, solo te doy un respiro.